“Navazos”, saca de abril de 2023
D.O. Jerez – Xérès – Sherry
18% alc. – 75cl
Hijos de Rainera Pérez Marín
Sanlúcar de Barrameda
Producción: 3.500 botellas
La Bota de Palo Cortado 121 «Navazos» es la cuarta edición (las anteriores estuvieron numeradas como 52, 75 y 102) de una aportación rompedora al ámbito de los palos cortados del Marco de Jerez, resultado de la reflexión de años y de la experiencia de décadas de Eduardo Ojeda y su equipo. Un vino que, con independencia de su relativa juventud, hace honor a los estrictos requisitos de finura, limpieza y complejidad que debe cumplir cualquier vino perteneciente a esta noble categoría.
Procedente íntegramente de una sola cosecha en un viñedo viejo (dos viñas contiguas, una con más de 50 y otra con más de 80 años), se trata de un Palo Cortado joven y finísimo, producto de una selección de lo mejor de la cosecha 2010 en el Pago Miraflores La Baja, el mismo del que proceden todas las añadas de La Bota de Florpower en sus versiones de vino blanco, manzanilla y palo cortado. Criado en botas jerezanas y barricas bordelesas llenas a tocadedos para evitar un exceso de oxidación. Para esta saca hemos optado por el equilibrio y la delicadeza de varias barricas de 225 litros, hermanas de las que dieron lugar a la edición núm. 75.
Se trata de un vino fundamentalmente oxidativo, en el que hubo tan solo una levísima exposición natural y casi inevitable a la crianza biológica en los depósitos en los que el mosto estuvo esperando el momento del encabezado a 17,5% alc. para su trasvase a las botas de crianza. Ha sido emocionante comprobar que, también en casi ausencia de velo de flor, la característica mineralidad de los pagos costeros de Sanlúcar se transmite en este vino a través de un perfil organoléptico que evoca otros vinos del mismo origen, como son las diferentes ediciones sanluqueñas de La Bota de Amontillado, La Bota de Florpower y La Bota de Manzanilla Pasada.
Para tratarse de un palo cortado, su grado alcohólico es muy moderado, ligeramente por encima de 18%, pero además el alcohol está perfectamente integrado y seguramente a ciegas no sería fácil acertarlo. Un vino muy bebible y refrescante, a la vez que complejo y largo; probablemente la mejor pareja imaginable para una larga lista de platos de la cocina oriental, desde India hasta Japón, deteniéndose muy especialmente en el Sudeste asiático. Una verdadera delicia de vino que nos tiene entusiasmados.