“Sanlúcar”, saca de julio de 2017
D.O. Jerez – Xérès – Sherry
18% alc. – 75cl
Hijos de Rainera Pérez Marín
Sanlúcar de Barrameda
Producción: 3.200 botellas
La Bota de Palo Cortado 75 «Sanlúcar» es la nueva edición de una aportación rompedora al ámbito de los palos cortados del Marco de Jerez, resultado de la reflexión de años y de la experiencia de décadas de Eduardo Ojeda y su equipo. Un vino que, con independencia de su relativa juventud, hace honor a los estrictos requisitos de finura, limpieza y complejidad que debe cumplir cualquier vino perteneciente a esta noble categoría.
Procedente íntegramente de viñas pertenecientes a un mismo pago sanluqueño, e incluso de la misma añada, se trata de un Palo Cortado joven y finísimo, producto de una selección de lo mejor de la cosecha 2010 en el Pago Miraflores La Baja, criado en botas jerezanas y barricas bordelesas llenas a tocadedos para evitar un exceso de oxidación. Para esta saca hemos seleccionado el contenido de una docena de barricas de 225 litros, que destacaban por su equilibrio y delicadeza, frente a la mayor concentración que en el mismo momento mostraban las seis botas de cañón de las que procedió el vino que fue embotellado en la primera edición (La Bota de Palo Cortado 52 “Sanlúcar”)..
Se trata de un vino fundamentalmente oxidativo, en el que hubo tan sólo una leve exposición natural y casi inevitable a la crianza biológica en los depósitos en los que el mosto estuvo esperando el momento del encabezado a 17,5% alc. para su trasvase a las botas de crianza. Ha sido emocionante comprobar que, también en casi ausencia de velo de flor, la característica mineralidad de los pagos costeros de Sanlúcar se transmite en este vino a través de un perfil organoléptico que evoca otros vinos del mismo origen, como son las diferentes ediciones de La Bota de Amontillado 37, 58 y 69, La Bota de Florpower y La Bota de Manzanilla Pasada.
Para tratarse de un palo cortado, su grado alcohólico es muy moderado, de 18%, pero además el alcohol está perfectamente integrado y seguramente a ciegas no sería fácil acertarlo. Un vino muy bebible y refrescante, a la vez que complejo y largo; probablemente la mejor pareja imaginable para una larga lista de platos de la cocina oriental, desde India hasta Japón, deteniéndose muy especialmente en el Sudeste. Una verdadera delicia de vino que nos tiene entusiasmados.