Saca de Diciembre de 2005
D.O. Jerez-Xérès-Sherry
20% alc.
Edición limitada a 600 botellas de 75 cl
Bodega: Miguel Sánchez Ayala S.A. Sanlúcar de Barrameda
Las bodegas de crianza de Sánchez Ayala se encuentran en el Barrio Bajo de Sanlúcar de Barrameda, una zona robada al Estuario del Guadalquivir a lo largo de los siglos. Hasta tiempos recientes estaban rodeadas de navazos, terrenos de cultivo rebajados por la mano del agricultor para aprovechar la cercana humedad de la capa freática. De ahí surge la marca de esta primera “La Bota de Amontillado”, al igual que el nombre que tomó el equipo: Navazos.
La casa Sánchez Ayala, reputada por sus finas manzanillas, posee también, en su bodega del siglo XVIII situada entre las calles Banda Playa y Divina Pastora, botas de viejos amontillados que hace lustros dejaron de refrescarse. En diciembre de 2005, un grupo de amigos apasionados de los jereces adquirimos a Sánchez Ayala el contenido de una de estas vasijas de amontillado. La selección fue dura, tras una exhaustiva cata de 65 botas a cual de mayor calidad.
Vino que gusta a los reticentes y entusiasma a los conocedores. Es una experiencia excepcional puesto que para los no amantes de estos vinos el acercamiento a los amontillados suele ser duro y difícil. Este vino entraña un grave peligro: Al abrir la botella, sus aromas invadirán la sala donde se abra y los presentes pensarán -por la intensidad aromática- que están atrapados dentro de una bota de un gran amontillado.
Se recomienda servir algo fresco (en torno a 12/14ºC) y dejar que en la copa suba un poco de temperatura, nunca por encima de 18ºC. Unas lascas de viejo queso parmesano o manchego harán buena armonía en la mesa. O unas almendras fritas en aceite de oliva y espolvoreadas con sal gorda. No digamos nada de un arroz caldoso con pato de las marismas…
Esta primera edición fue embotellada en origen para consumo privado y no estaba destinada a la venta, si bien alguna botella ha podido llegar ocasionalmente a algunas tiendas y restaurantes.