Saca de febrero de 2013
DO Jerez-Xérès-Sherry
22% alc. – 375ml
Origen: Gaspar Florido / Pedro Romero
Sanlúcar de Barrameda
Gaspar Florido tenía en el mercado dos vinos muy viejos procedentes de unas soleras de su antigua bodega de la calle Rubiños, en pleno «Barrio» de Sanlúcar de Barrameda. Cuando aprovechó la fiebre constructora para vender sus bodegas ubicadas en el casco urbano, trasladó esas botas a una destartalada nave-bodega que aún sigue en pie en la salida de Sanlúcar hacia Trebujena. Allí fue donde tuvimos ocasión de probarlas por primera vez en una visita con don Álvaro Girón al ya anciano Gaspar en junio de 2006. Quedamos impresionados por la calidad y la consistencia de aquellos vinos viejos, en paradójico contraste con la falta de distinción -por decirlo suavemente- del entorno en que en ese momento se encontraban. Había un buen número de botas de GF-25, y unas pocas del denominado GF-30, vino viejísimo y espectacular. Precisamente de este último procede La Bota de Palo Cortado nº 41 «Bota NO».
Apenas unos meses más tarde, a comienzos de 2007, Bodegas Pedro Romero compró Gaspar Florido, y durante este tiempo ha seguido comercializando GF-25 con la etiqueta de siempre: «Jerez Viejísimo». En opinión de Gaspar, discutible pero no carente de fundamento, en vinos tan viejos se difuminan los rasgos diferenciales entre las categorías de amontillado, palo cortado y oloroso. Por ese motivo lo denominaba sencillamente «Jerez», lo que por otro lado entroncaba con la tradición sanluqueña consistente en denominar «jerez cortado» al palo cortado local. Se trata, en efecto, de un viejísimo palo cortado y como tal lo presentamos.
Hoy estas botas se guardan en la Sacristía de Pedro Romero, de nuevo en el «Barrio» y muy cerca de su localización original. Allí es donde nos hemos reencontrado con ellas y hemos tenido el privilegio de catarlas exhaustivamente para seleccionar nuestras favoritas para esta edición de la serie «La Bota», un vino tremendo por su improbable equilibrio entre raza, concentración y finura. Es verdaderamente asombroso, rebosante de carácter y personalidad, y pertenece sin duda a la exclusiva liga de los más grandes vinos tradicionales andaluces. Lo que es tanto como decir de los más grandes vinos del mundo.