Manzanilla, añada 2016 (MMXVI)
15% alc. – 750ml
Sanlúcar de Barrameda
2.500 botellas
f l o r p o w e r
MMXVI: cosecha 2016
100% palomino fino
Viñas: Pago Miraflores La Baja, Sanlúcar
La Bota de Manzanilla 101 “florpower mmxvi” es, ante todo, un vino blanco de añada (2016) y de pago, procedente en un 100% de uva palomino fino de viñedos sanluqueños ubicados en el Pago Miraflores La Baja que fermentó al estilo antiguo en las mismas botas en las que luego ha criado bajo velo. Después fue ligeramente encabezado mediante la adición de un 3% de alcohol vínico para madurar en Sanlúcar de Barrameda durante una media de casi tres años en la tradicional crianza biológica andaluza. Es, por tanto, una manzanilla. Una manzanilla de añada y de pago, pues.
Y también se trata exactamente del mismo vino que fue embotellado como La Bota de Florpower 84 MMXVI (añada 2016), puesto que en su momento se fortificó parte del mismo mosto con el que se hizo Florpower 2016 para criarlo como manzanilla desde un principio, lo que se vio enriquecido con algunas botas de Florpower 2016 que fueron encabezadas posteriormente, tras su proceso de crianza bajo velo a graduación natural.
Es una compleja explicación, somos conscientes, al igual que sabemos que muchos de los profesionales que con su admirable trabajo contribuyen a llevar los vinos de Equipo Navazos a las mesas de los mejores aficionados y restaurantes de España y el mundo preferirían un mensaje más fácil de transmitir: si Florpower ha sido siempre un vino sin fortificar, ¿a qué complicarlo con una manzanilla “florpower”? Pues porque es la realidad y porque el hilo conductor de todos nuestros “florpowers” es el viñedo excepcional del Pago Miraflores La Baja del que proceden y que siempre termina imponiendo su carácter con independencia del tipo de crianza y de la eventual fortificación.
Este vino es una manzanilla y es también Florpower 2016, sólo que con algo más de alcohol y un año largo adicional de crianza en bota. Somos de la opinión de que es mejor explicar las cosas como son, aunque sean difíciles, que enfrascarse en simplificaciones que acaban desnaturalizando la realidad. Quizás tenga que ver con que creemos que una de las múltiples causas de la ya demasiado larga crisis de los vinos tradicionales andaluces fue la aplicación a partir de la década de 1970 de técnicas de marketing centradas en la sencillez de los mensajes, la homogeneidad del producto y el acercamiento al consumidor masivo. Se trata de una política comercial que terminó alejando de nuestra prodigiosa tradición vinatera a muchos amantes del verdadero vino de calidad.
Ojalá esta deliciosa manzanilla de la cosecha 2016, un vino fino y delicado pero con raza, aporte un granito de arena para conseguir acercar a algunos aficionados más. Quizás a pesar de la complicación del mensaje, quizás precisamente en parte gracias a ello.