La uva palomino fino forma, junto con moscatel y pedro ximénez, el trío de castas históricas andaluzas. Bandera de los jereces y la manzanilla, desde hace más de doscientos años es la variedad predominante en los viñedos sanluqueños y su definitivo protagonismo en el Marco de Jerez se consolidó a partir del desastre de la filoxera. Su graduación natural idónea oscila entre un 11.5/12% alc. en los pagos costeros y sanluqueños cercanos al Guadalquivir, y un 12.5/13% (o incluso más en función de añadas y rendimientos) en los pagos de interior, sobre todo jerezanos, pero también sanluqueños (Mahina) y trebujeneros.
Se ha extendido la falsa creencia de que el vino de palomino fino antes del encabezado o fortificación (localmente llamado “mosto”) sería poco interesante y “neutro” o incluso “vulgar”, en una manera de ver las cosas que a nuestro juicio es completamente errónea. Lo que el palomino fino tiene de falta de exuberancia aromática y de baja acidez lo compensa de sobra con su bajo PH y su potencial de mineralidad. El palomino fino es una variedad de uva que transmite el terruño con una fidelidad extrema, de ahí el característico perfil salino y afilado de los mostos de los mejores pagos de albariza, que por suerte son muchos en el privilegiado Marco de Jerez.
OVNI Palomino Fino procede de viñedos ubicados en un pago de interior, de Jerez de la Frontera, si bien no descartamos recurrir a otros viñedos y pagos en futuras añadas. Para la fermentación se añadió al zumo de uva en el depósito flor de vino fino igualmente jerezano. Posteriormente ha permanecido durante seis meses en depósito, con la protección de un sutil velo de flor formado en su superficie. No obstante, a diferencia de otros vinos blancos de Equipo Navazos como Navazos-Niepoort o Florpower, no se puede considerar un vino marcado por la crianza biológica. Sucede simplemente, que en las bodegas la flor está por doquier y todo vino por debajo de 17/17,5% alc. estará expuesto necesariamente a un mayor o menor grado de contacto con ella.
OVNI Palomino Fino se ha concebido para un consumo ligero y desenfadado, previsiblemente en el plazo de un par de años después de la cosecha, pero no descartamos una equilibrada evolución en botella.
La idea que anima a Coalla y a Equipo Navazos al poner en marcha esta iniciativa es añadir una nueva perspectiva sobre la verdadera esencia de los vinos andaluces. Sin renunciar a la autenticidad, de las mágicas tierras calizas de la Baja Andalucía no sólo se obtiene la materia prima para los maravillosos finos, manzanillas, amontillados, palos cortados y olorosos, vinos de mucho respeto y categoría mundial, sino también vinos divertidos y frescos como OVNI Palomino Fino.
Un vino sin artificio ni complicaciones. Rabiosamente puro, auténtico y natural.